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Cómo opositar sin volverte loco

Cómo opositar sin volverte loco

Los expertos recomiendan seguir una serie de técnicas psicológicas para hacer frente a la ansiedad y el aislamiento.

“Al principio empiezas con las pilas muy cargadas y luego te entran unos bajones que llegas a pensar que eres bipolar”. Nuria, graduada en Historia del Arte de 34 años y opositora a conservador de museos desde hace uno, cree que lo peor de opositar es el aislamiento. “Te desconectas de la gente porque tu prioridad es otra. A los cuatro meses te empiezas a sentir asocial, no es natural recluirte del mundo”, explica. Su testimonio coincide con el de la mayoría de opositores, según Ignacio Fernández, psicólogo de la Clínica Universitaria de Psicología de la Universidad Complutense. “No existen datos de cuántos opositores sufren problemas de ansiedad y depresión, pero sin duda el factor número uno para sobrevivir a unas oposiciones es mantener una mínima red social”, señala.

 

De cara a la convocatoria de oposiciones de 250.000 plazas en los próximos tres años, anunciada hace dos semanas por el Gobierno, los expertos consultados recomiendan incluir técnicas de control emocional en la vida diaria de los estudiantes. “El estado anímico es crucial para poder mantener la atención y rendir y este es un tema del que apenas se habla”, indica Fernández.

¿Cómo se puede identificar la ansiedad? Hay síntomas que son fácilmente observables: nerviosismo intenso desde el punto de vista fisiológico (palpitaciones, tensión muscular o incremento de la sudoración); aceleración del pensamiento; anticipación de futuros fracasos; bloqueo (que en ocasiones puede provocar que el estudiante no quiera acudir al aula); problemas para conciliar el sueño; trastornos estomacales o mayor irritabilidad.

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